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18-10-2009
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Álvaro López-Balcells (colegio P. Damián de Barcelona)
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En primer lugar, me gustaría reflexionar sobre el buen ambiente que se ha respiró estos días en Roma, que es lo que más me ha impresionado. Me gustó mucho, la simpatía de la gente y el poder decir que disfrutamos del viaje sin problema, alguno. Sobre la cultura religiosa lo que más me impresionó fue la primera vez que vi el Vaticano y cuando entré por primera vez en la Basílica de San Pedro.
Yo creo, que esta experiencia la voy a recordar toda la vida, ya que me quedan muy buenos recuerdos tanto con amigos como con compañeros de camino. La oportunidad de asistir a una canonización me gustó mucho sobretodo por saber que ha sido una experiencia única y que poca gente de mi alrededor ha podido asistir (sin contar los amigos y profesores).
A mi, lo que más me gusta del Padre Damián es su entrega a los demás y el saber que lo dejó todo y fue a un sitio donde reinaba una enfermedad tan dura, como es la lepra. Por otro lado, lo que más me impresiona es la alegría que transmitía al hacer sus acciones misioneras y que nunca mostró desánimo. Por último, me gustaría decir que estoy orgulloso de pertenecer a la misma congregación, a la que hace tanto tiempo perteneció José de Veuster ¡Viva San Damián de Molokai!
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18-10-2009
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J. Luis Soriano y Santiago Negre
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En este viaje que hemos realizado para acompañar al Padre Damian de Molokai en su canonización, todos los que lo hemos vivido, podemos decir que ha valido mucho la pena. Seguramente ninguno de los peregrinos que hemos asistido a este viaje, lo olvidaremos jamás.
Particularmente hablamos en nombre de los alumnos de 4º de ESO del colegio Padre Damián de los Sagrados Corazones de Barcelona. Lo que más nos ha sorprendido a la gran mayoría, es lo bien que nos hemos llevado con todos los compañeros del curso, y lo bien que nos lo hemos pasado todos juntos. Se puede decir que después de este viaje todos nos conocemos más de lo que nos conocíamos. Y se lo debemos al Padre Damián.
Está claro que este viaje, es un viaje que a todos nosotros nos gustaría conservar, y que conservaremos gracias a la cantidad de recuerdos que nos ha dejado, y si alguien olvida estos recuerdos, no pasa nada, porque seguramente con la cantidad de fotografías que se han realizado, recordaremos esos momentos.
Todos podríamos vivir un poco como el Padre Damián, simplemente con esos pequeños detalles que ayudan a los demás, todos podemos realizar pequeños gestos que no nos cuestan nada, y así hacer que la vida pueda ser maravillosa.
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18-10-2009
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Laura Boada y Júlia Velasco
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En este viaje a Roma, todos hemos podido vivir más cercanos al Padre Damián, un gran misionero que dio su vida por los leprosos y los más necesitados de la Isla de Molokai.
Hemos tenido una gran oportunidad: nos hemos trasladado a otro país para poder disfrutar de cinco grandes días visitando diversas ciudades: Roma, Pisa …
Creemos que lo que más nos ha impresionado, ha sido poder vivir tantas emociones seguidas, recopiladas en un tiempo récord: ??nicamente cinco maravillosos e inolvidables días.
Disfrutamos mucho con nuestros amigos y lo que nos pareció más emocionante y especial, fue la canonización de los cinco Santos, entre ellos el Padre Damián de Veuster.
Cada día íbamos descubriendo más cosas sobre diferentes culturas y ámbitos, pudimos ver gente de diversas regiones del planeta … pero gracias al Padre Damián, hemos podido descubrir el gran sentido que tiene la vida: ayudar y querer mucho a los demás antes que a uno mismo, ya que así tu vida resulta más fácil y llena de felicidad.
Por eso, hemos decidido, que siempre hemos de ayudar a todos y seguir el camino de Jesús. Así, llegaremos a ser unas grandísimas personas y ... a conseguir todos nuestros retos.
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18-10-2009
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Xavi Renieblas Tarragó (colegio P. Damián de Barcelona)
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Entre las cosas que más me ha llamado la atención de nuestra peregrinación a Roma está la solemnidad con la que se celebró la misa, la dignidad ya la armonía que nos transmitió una lengua que no conocía, el latín. Me impresionó tener el privilegio de participar personalmente en uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la congregación.
Además de recordar la figura de S. Damián de Molokai, me gustaría recordar el “buen rollito” que hubo con todo el mundo; todos estábamos felices por la importancia de ese viaje, y entonces en el “tredichi” (BUS 13) se formó una nube de amistad y compañerismo que me parece que nunca había visto, tanto con los profesores como con los alumnos.
Lo que más me llega de la vida del P. Damián es la nobleza y la honradez con la que lo hacía todo. También me impresionó el hecho de que nunca se rindió y siguió adelante hasta poder ir de misionero i cumplir con la misión que Dios le había pedido.
Para ser como Damián creo que no hace falta irse a Molokai ni a ningún otro sitio; basta solo con transmitir alegría, bien, amor, ayuda, regalar una sonrisa a los que te quieren … se trata sencillamente de hacer el bien y contagiarlo a la gente que te quiere y te aprecia.
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